Estas operaciones se
realizan durante el período activo de vegetación de la vid, vamos a
destacar las siguientes:
1) ACLAREO O SUPRESIÓN DE BROTES HERBÁCEOS
Distinguimos según se trate de la supresión de brotes
herbáceos que nacen en la madera vieja de la cepa: tronco y brazos, o del
aclareo de aquellos que lo hacen partiendo de las yemas de producción que se
dejaron en la poda del año anterior, formando parte de los pulgares o varas.
* Supresión de
brotes de madera vieja (espergurado, deschuponado, desforrocinado, etc.)
Es una de las operaciones en verde que consiste en la
eliminación de los brotes en crecimiento procedentes de las yemas de la madera
vieja. En principio se eliminan todos los chupones o esperguras, pues son yemas
no contadas que generalmente no portan cosecha, con lo que, o restan vigor a
los brotes de yemas contadas que sí nos interesan, o contribuyen a congestionar
más el follaje.
Esta operación se realiza entre el desborre y la
floración y, como otras operaciones en verde, aprovechando para realizarla simultáneamente
a otras tareas como el despampanado o destalle. El momento del deschuponado se
supeditará al momento del ajuste del despampanado o destalle cuando éstos
tengan unos 15-20 cm.
Durante el periodo de formación de las cepas, el
deschuponado es especialmente importante y debe hacerse precozmente para
concentrar todo el crecimiento de las jóvenes cepas en los brotes de interés.
Frecuentemente interesará respetar algún chupón o
eliminarlo sin destruir sus yemas de la base. Podrían utilizarse como brotes de
seguridad en el caso de que necesitemos reformar la estructura permanente o
incluso para generar un nuevo pulgar de producción más cercano a la madera
vieja.
La reformación, saneamiento o rejuvenecimiento,
vienen siendo cada vez más habituales para sanear cepas cuya madera esté
atacada por enfermedades fúngicas como la yesca y la eutipiosis, o por insectos
xilófagos como el Xylotrechus arvicola. La eliminación de estos chupones
o esperguras es la primera operación en verde que hay que realizar para ir
definiendo la geometría de la expresión vegetativa anual del viñedo.
* Aclareo de brotes en pulgares y varas (destalle, despanpanado, etc.)
Consiste en eliminar por su inserción, pámpanos
procedentes de los elementos de producción y renovación retenidos en la poda.
Se habla de pámpanos cuando los brotes se hallan sin lignificar, y sarmientos
cuando se encuentran ya lignificados.
Se diferencia el destalle del espergurado (o
deschuponado) porque en estos últimos, el brote crece desde zonas de la madera
vieja que no se han establecido como puntos de inserción de los elementos de
producción (pulgares o varas). Hablamos estrictamente de destalle o
despampanado cuando los brotes proceden de los puntos donde se insertan
habitualmente los pulgares o varas. De cualquier modo, esto no reviste gran
importancia pues podríamos referirnos a toda la eliminación de pámpanos por su
inserción como despampanado, con independencia del origen del brote en
cuestión.
El destalle
es quizá la operación en verde practicada en el viñedo que más importancia
tiene. No obstante, no es correcto
contemplar el conjunto de operaciones en verde restringiéndolas única y
exclusivamente a la labor de destalle (usualmente calificado en sí mismo como
poda en verde); debe integrarse con todas las demás. La operación de
despampanado, aisladamente o por sí sola, no es suficiente para obtener un
resultado "total" sobre la expresión vegetativa de la planta. En
función de la geometría del viñedo, puede consumir de 20 a 50 horas por
hectárea al realizarlo a la vez que otras operaciones en verde. En lo que se
refiere a la época y otros aspectos de aplicación, se practica a la vez que el
espergurado, por lo que tiene las mismas consideraciones :
Objetivos:
- Regular la carga de racimos,
- Estimular el desarrollo de los pámpanos respetados,
- Eliminar pámpanos en posición indeseada,
- Facilitar la aireación e iluminación interna,
- Facilitar la mecanización y los tratamientos.
Época:
- Precoz, con brotes de 10 a 20 cm. para evitar heridas y competencia.
- Si es muy tardío se habrá producido competencia innecesaria y mala
cicatrización.
Órganos
sobre los que se practica:
- Pámpanos de yemas francas. Especialmente durante la formación y en
mantenimiento sólo cuando existan desequilibrios de carga de poda.
- Pámpanos de yemas secundarias y de madera vieja o de la corona.
2). POSICIONAMIENTO DE LA VEGETACIÓN
Es otra de las operaciones en verde que
ineludiblemente se debe integrar en su conjunto. Consiste en manipular la
disposición de la vegetación colocándola ordenadamente para, finalmente,
obtener una buena homogeneidad en la geometría de la misma (dirección, densidad
de pámpanos, capas de hojas...). La labor de posicionamiento es especialmente
ineludible en los sistemas de conducción empalizados para formar un plano de
vegetación que suele guiarse por medio de cables.
Características
del guiado y posicionamiento de la vegetación
- Colocación y guiado de los pámpanos por medio de tutores, hilos,
cables, la propia cepa...
Objetivos:
- Mejorar la distribución vegetativa y productiva de la planta. · Evitar
roturas de pámpanos (viento, maquinaria...).
- Mejorar la eficacia de los fitosanitarios.
- Evitar los despuntes continuos.
- Mejorar la distribución de los brotes facilitando la poda en seco.
· Favorecer la iluminación de las zonas bajas para
mejorar la maduración.
- Facilitar el acceso de la maquinaria y las personas.
Época:
- Justo antes de que los pámpanos caigan.
- Si se realiza muy pronto habrá que intervenir
de nuevo.
- Si se realiza tarde, los pámpanos habrán adoptado
otra forma o disposición (roturas) y
los
zarcillos se habrán enredado ya.
En una espaldera alta, y con vegetación que deba ser
plana, estrecha y vertical, esta labor comienza a realizarse después y a la par
del destalle, cuando los brotes comiencen a abrirse hacia fuera de la línea y a
inclinarse por su propio peso. Para ello, se colocan los pámpanos entre los
cables, para lograr que crezcan verticalmente lo más equidistantes posibles
entre sí, destrabándolos y corrigiendo los amontonamientos. Los cables de
conducción del follaje se alzan en este momento (pues debieron ser soltados de
los postes tras la poda), trabándolos en la posición más alta sin que los
pámpanos caigan o sin que se desvíen de la posición correcta en el momento en
cuestión.
A medida que los pámpanos vayan creciendo, los cables
de conducción de la vegetación se irán alzando, recogiéndola para que conserven
una disposición estrecha y vertical. Además, existen grapas, generalmente de
plástico, que ayudan a mantener juntos los cables pareados de conducción para
que la vegetación no se abra y mantenga un espesor lo más fino posible. Estas
grapas, además, ayudan a mantener los pámpanos en dirección vertical por el
tope que forman a la inclinación lateral.
En sistemas de conducción con vegetación libre, como
el vaso, el posicionamiento de la vegetación no es tan ineludible (como su
propio nombre indica). Pese a ello, es recomendable tratar de desviar los
pámpanos que crecen espontáneamente hacia el interior de la calle de cultivo dirigiéndolos
perpendicularmente en la dirección de la línea de cepas (que es la misma
dirección de cultivo). Para ello, la única posibilidad, además de la
distribución de los elementos de poda, es la de trabar unos pámpanos con otros
de la misma cepa o con los de las cepas contiguas o bien, ayudarse con otros
elementos de la cepa como brazos y troncos. Al margen de la búsqueda de
facilitar el paso de la maquinaria, también es recomendable posicionar la
vegetación para distribuirla mejor en el espacio evitando amontonamientos,
especialmente de los racimos.
El posicionamiento de la vegetación es una operación
en verde absolutamente ineludible e imprescindible de acometer si se decide
realizar con posterioridad una labor de despunte. Nunca realizar un despunte
sin antes haber ordenado y posicionado adecuadamente los pámpanos producidos
por la cepa.
Investigadores de CICYTEX (Centro de Investigaciones
Científicas y Tecnológicas de Extremadura) han llevado a cabo un estudio
para comprobar el efecto que tiene la altura de vegetación de un viñedo sobre
el rendimiento y calidad final de la vendimia. En concreto, se ha trabajado
sobre un viñedo en espaldera en condiciones de riego no limitante de la
variedad de uva blanca Cigüente. El cultivo de esta variedad, hasta ahora
minoritaria, puede ser una alternativa muy interesante para el sector por sus
cualidades enológicas.
Los resultados de este ensayo, ubicado en
las Vegas Bajas del Guadiana, han constatado que existe una influencia
clara de la altura de vegetación sobre la composición de la uva. Es
decir, la mayor altura de vegetación en la espaldera incrementa la
concentración de azúcar en la baya, bajo condiciones de alta productividad.
Según los datos obtenidos en el estudio, que se
desarrolló durante las campañas de 2012, 2013 y 2014, el incremento medio de
azúcar durante los tres años fue de un 6,19 %. Esto significa que aumenta
también el grado alcohólico de los vinos y, por tanto, el precio de la uva.
Otra de las conclusiones a las que se ha llegado es
que el desarrollo vegetativo mayor, provocado por la elevación de la
vegetación, aumenta la productividad de la cepa a medio-largo plazo.
Sin embargo, también aumentan las necesidades hídricas del cultivo.
En este trabajo se compararon dos tratamientos
diferentes, tratamiento Control (un metro y medio de altura de vegetación) y
Espaldera alta (dos metros), con idéntico riego no limitante para lograr altos
rendimientos productivos. Entre los parámetros que se estudiaron están el
contenido de azúcar de la uva, pH, acidez, longitud y peso de sarmientos, peso
medio de la baya, peso de la madera de poda y número de sarmientos por planta,
entre otros.