Investigadores franceses de los centros de investigación INRA y
Montpellier SupAgro han demostrado que es posible seleccionar variedades que
permitan un ahorro considerable de agua durante la noche. Los resultados del
estudio de este aspecto hasta ahora poco explorado abren el camino hacia una nueva
estrategia de selección basada en la tolerancia a la sequía de la vid.
En el contexto del cambio climático, la selección de cultivos
con capacidad para producir más biomasa representa un reto importante. De
hecho, existe un compromiso funcional entre la asimilación de carbono
durante la fotosíntesis y la pérdida de agua durante la transpiración.
En efecto, las células de la superficie de las hojas, los estomas, forman
una miríada de poros microscópicos que, al abrirse para acelerar la difusión de
anhídrido carbónico hacia los cloroplastos donde comienza la síntesis de
sustancias orgánicas, dejan salir también agua desde hoja hacia la atmósfera.
Resultado: durante el día, el funcionamiento de los estomas impide que la
planta pueda reducir la transpiración, sin comprometer la fotosíntesis y por
tanto el crecimiento. Pero ¿qué ocurre con la transpiración nocturna?
Por la noche, los estomas se cierran sólo parcialmente,
generando una pérdida de agua aparentemente innecesaria ya que la
ausencia de luz no permite la fotosíntesis. Este estudio ha demostrado que la
selección de variedades con una menor transpiración durante la noche, permite
ahorrar agua sin comprometer el crecimiento de las plantas.
Para ello los científicos estudiaron el comportamiento de
200 descendientes de un cruce entre dos variedades muy populares en las
regiones mediterráneas (Syrah y Garnacha), tanto bajo condiciones controladas
en una plataforma de fenotipado (PhenoArch) como en condiciones naturales. Los
investigadores identificaron regiones del genoma asociadas al mismo tiempo a
un bajo nivel de transpiración durante la noche y al mantenimiento del
crecimiento.
De noche la transpiración representa alrededor del 15% de la
transpiración que se produce durante el día. El uso de determinadas plantas
permitiría ahorrar hasta la mitad del agua transpirada durante la noche. Este
hallazgo abre nuevos horizontes para la mejora de variedades destinadas a un
uso más eficiente del agua, lo que representa un gran desafío para la
adaptación de la agricultura al cambio climático. También podría conducir a una
identificación más precisa de las regiones clave del genoma implicadas.
Artículo de referencia:
Coupel-Ledru A, Lebon E, Christophe A, Gallo A, Gago P, Pantin
F, Doligez A, Simonneau T. Reduced nighttime transpiration is a relevant
breeding target for high water-use efficiency in grapevine; PNAS 2016 113 (32)
8963-8968; doi:10.1073/pnas.1600826113
Fuente: INRA
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